La educación en España

Publicado el 24 de septiembre de 2022, 20:27

El estado de la educación en el mundo es un tema que preocupa hoy en día ya que existen muchos problemas pero muy pocas iniciativas que las aborden. España, concretamente, tiene uno de los peores resultados en cuanto a educación comparado con otros países de la Unión Europea. Hay estudios que revelan porcentajes muy bajos de alumnos que terminan la etapa escolar e, incluso, muestran un índice de abandono escolar muy alto. (García Bejarano, R. y Perez Rojas, F., 2020)

Se habla de unos objetivos tales como reducir los porcentajes de abandono escolar, fomentar una educación más flexible e inclusiva o impulsar al aprendizaje de idiomas. No obstante, no son tan frecuentes los programas o discusiones sobre los estudiantes. Es decir,  en lugar de hablar de porcentajes, números y planes para implantar en las aulas, ¿por qué no se estudia la situación individual de cada alumno? Muy pocas veces encontramos planes o programas que tomen como elemento central lo que el alumno necesita, piensa, necesite compartir, lo cual hace que el empeoramiento en escuelas españolas aumente. Por ello, se necesita, desde mi punto de vista, tratar de los siguientes puntos para poder ver una mejoría en la educación:

  • Evaluación. El sistema educativo español está diseñado de una manera en la que los alumnos reciben una nota por demostrar sus conocimientos en un examen.  Está claro que no podemos deshacernos de esa evaluación cualitativa.  Sin embargo, sí que podemos proponer otros enfoques. Por ejemplo, cuando un alumno suspende repetidas veces un examen, relizar con él una autoevaluación del por qué ha fallado, qué es lo que ha causado que su rendimiento empeore. O, incluso, plantear un cuestionario de forma anónima que le haga autoevaluarse. El objetivo es detectar áreas que necesiten mejora y/o refuerzo sin que el alumnado sienta que está siendo cuestionado o evaluado ya que no es el caso.
  • Profesorado. El rol de un docente no sólo es transmitir conocimiento, desarrollar explicaciones, sino que también inculcar valores. Alimentar la curiosidad en los estudiantes, fomentar la constante comunicación o retar a los alumnos que se superen a ellos mismos cada día son unas de las muchas medidas que debería tomar un profesor en lugar de, como se ve muchas veces (más de las que se piensa), exigir, causar inseguridad o rechazar. 
  • Tecnologías. A día de hoy, no somos nadie sin un dispositivo electrónico a nuestro lado. Mucho menos lo son los jóvenes en la etapa escolar secundaria. Es por ello que el docente necesita de técnicas de estudio que hagan un uso saludable de las tecnologías. Seguro que habréis escuchado eso de "Está todo el día jugando al fútbol con la play, ¿qué va a aprender?". Pero no se sabe que ese chico o esa chica se ha aprendido la mayoría de las banderas de los países gracias a ese "fútbol en la play". O "Pero si el TikTok no sirve para nada", cuando ese chico o chica sigue a muchos profesores que hacen videos resolviendo problemas matemáticos o completando un análisis sintáctico complejo, que posteriormente les ayuda a la hora de realizar sus deberes. 

En conclusión, a mi juicio, si se apuesta por una educación encaminada al alumno como elemento definitorio, los resultados mejorarían significativamente. 

 

Espero que os haya gustado y si tenéis algún comentario, sugerencia y/o mejora en cualquier aspecto, no dudéis en dejarlo en los comentarios. 

 

See you soon!

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