Trastorno obsesivo-compulsivo (TOC)

Publicado el 29 de octubre de 2022, 12:25

Hoy en día existen diferentes medidas ordinarias y específicas para atender la diversidad. Pero, también es necesario que haya una adecuada respuesta educativa al alumnado con necesidad específica de apoyo educativo. Por ello, en este post hablaremos del Trastorno obsesivo-compulsivo (TOC).

La razón por la cual he elegido este trastorno es su aumento en los últimos años y su popularidad que ha dado lugar a muchas confusiones. Se calcula que 1 de cada 50 personas sufre de TOC (Hospital Clínic de Barcelona). Pero, ¿qué es el TOC? Una persona que tiene TOC frecuenta pensamientos que causan miedo y malestar (obsesiones) además de comportamientos que repite para afrontar dichas obsesiones (compulsiones).  Para comprenderlo mejor, considero que es importante precisar las definiciones de obsesión y compulsión.

  • Obsesiones: pensamientos, sentimientos, impulsos que una persona tiene y la hace sentir mal o culpable. Por ejemplo, tener una repentina imagen de que algo malo va a pasar a tus seres queridos.
  • Compulsiones: acciones que la persona toma para confrontar la inquietud que le causan las obsesiones. Esto es popularmente conocido como las manías. Por ejemplo, comprobar constantemente que has desenchufado la plancha. 

Actualmente, observamos que varias personas en nuestro entorno se "autodiagnostican" con TOC, lo cual es un error porque no sólo estamos disminuyendo la importancia y seriedad del trastorno, sino que también estamos generando un malestar en nosotros mismos que puede que no tengamos o no esté relacionada con el TOC.  Asimismo, cabe precisar lo que no significa un TOC. Todos tenemos algunas obsesiones o compulsiones en nuestra vida diaria, pero las personas que padecen de TOC tienen dificultades muy significantes que ocupan mucho tiempo en su vida diaria. La personalidad obsesiva hace referencia a personas que buscan el constante perfeccionismo, son inflexibles respecto a la mayoría de las actividades diarias, son muy exigentes consigo mismos y tienen la necesidad de estar en control. En cambio, las personas con TOC saben que sus obsesiones o compulsiones no son lógicas, pero no pueden dejar de tenerlas. A continuación muestro algunos ejemplos de cómo puede manifestarse el TOC. La letra O se relaciona con las obsesiones y la C con las compulsiones. 

  • Sentir estar contaminado/sucio por tocar ciertos objetos (O) y lavarse constantemente hasta tal punto de dejar la piel con un aspecto no muy saludable (C) 
  • Dudar de que hayamos cerrado la puerta al salir (O) y comprobar la puerta para asegurar (C)
  • Estar ansioso o ponerse nervioso cuando un objeto no está en un lugar o posición determinado (O) y proceder a colocarlo con cierto patrón (C)
  • Tener repetidos pensamientos de gritar algo inapropiado en público (O) y repetirlo en silencio (C) 

Por supuesto, los ejemplos arriba mencionados son unos pocos de los que existen y con los que las personas con TOC conviven. La gravedad de las mismas también varía. Puede comenzar en la infancia, pero siempre se suele dar en dos periodos de la vida: uno alrededor de los 10 años y otro a los 20 años

¿Cómo podemos abordar este tema en las aulas? Es esencial hacerlo a partir del conocimiento y la colaboración. Los docentes necesitan la ayuda de un especialista para poder trabajar con el alumno correctamente. Algunas de las sugerencias que se recomiendan son las siguientes:

  • Ritmos. Respetar los ritmos de cada alumno es primordial y más si padece de un trastorno como el que estamos hablando. Hay que darle la oportunidad de que se sienta cómodo y encuentra la manera que crea conveniente de realizar la actividad. 
  • Recursos/materiales. Los alumnos tienen muchas veces la obsesión del borrado continuo o ese miedo tan abrumador de leer en clase por temor a gritar o decir algo inapropiado. Por tanto, debemos proponer actividades que se ajusten a esas acciones como el uso de los ordenadores/Chromebook o audiolibros/visionado de videos o cortometrajes. 
  •  Apoyo. El docente  a cargo debe tener en cuenta que el alumno con TOC es uno más de la clase. Por ello, la integración es esencial. Hay que involucrar al resto del alumnado en la situación por medio de la empatía y recordar al alumno con el trastorno que sus preocupaciones no le hacen de menos en el aula. 

En definitiva, hay una gran diferencia entre ser perfeccionista a tener un trastorno obsesivo compulsivo. Si consideremos que nuestras obsesiones y compulsiones afectan nuestro bienestar y nos alejan de tener una calidad de vida, es recomendable consultar a un profesional para que nos guíe en el proceso. 

¿Conocías la diferencia entre trastorno obsesivo-compulsivo y personalidad obsesiva? Tell me in the comments section. 

See you next time!

M. 

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